La ansiedad es normal en todas las personas. Nos permite reaccionar ante situaciones difíciles o de peligro, nos ayuda a adelantarnos, a pensar en el futuro y a tener metas que alcanzar. Puede ser un motor para muchas cosas.
En algunas personas, o en algunos momentos de la vida, la ansiedad se puede volver patológica. Hablamos de ansiedad patológica, cuando se vuelve un problema y comienza a afectar nuestra funcionalidad la mayor parte del día. En vez de transformarse en algo útil, genera angustia, malestar, molestias físicas, deterioro en la calidad de vida, afecta nuestras relaciones interpersonales y no nos deja hacer lo que nos proponemos. Además, aumenta mucho su duración e intensidad en relación con el estímulo que la provoca, por lo que deja de ser adaptativa y se vuelve un problema.
¿Cuándo consultar?
En caso de angustia la mayor parte del día, preocupaciones constantes por múltiples situaciones, sensación de pérdida de control, molestias corporales y de tensión permanente, labilidad emocional o alteraciones del sueño entre otras molestias.
¿Qué me puede estar pasando?
Puedes estar cursando con un cuadro de ansiedad que requiera evaluación.
¿Es necesario usar medicamentos?
No, se debe evaluar caso a caso. Existen tratamientos farmacológicos y no farmacológicos para su manejo.
